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jueves, 7 de mayo de 2009

ALEX MORILLO



La feria del libro del año pasado que se realizó en Miraflores, fue muy especial. Tuve la oportunidad de conocer nuevos poetas y leer sus obras.


Alex Morillo fue uno de ellos. Aquella tarde/noche, junto a la narradora Jennifer Thorndike. Dieron una charla sobre el trabajo de los nuevos autores y que tan difícil le es publicar a los jóvenes, entre otros temas.


Su único libro publicado es FRAGILIDAD DE LO VISIBLE, editado por PÁJARO DE FUEGO en una impecable edición y diseño. El año pasado hice un pequeño resumen del libro, pero ahora os ofrezco unos poemas de este poeta integrante del grupo NUDO DE VOCES, con quien ya publicó la plaquette colectiva NUDO.


Disfruten de estos poemas, dando inicio a este mes de Mayo, el cual estará dedicado a poetas jóvenes.



las piedras del monte


Es humilde la conquista de perderse en el aire que marca migraciones,


nos arrodillamos sobre las piedras del monte


y la silvestre confabulación


de animales que se frotan a sí mismos


detiene el golpe seco


de la naturaleza cuando gira.


La faena del celo sosiega sobre nuestros lomos


de pelaje tostado,


fragilidad de las hebras nos ata al mundo


en la agitación que comulga,


en el instante en que tu cuerpo afiebrado


incendia las flores oscuras


y sobre el monte, nuevamente,


quedan tus senos alumbrando


las hierbas fronterizas


y el desvelo.



esto no es un poema


para Néstor, por la complicidad


detenernos en medio de la carrera hacia nosotros


no es un gesto libre


o el mensaje del amanecer que nos advierte


un crecimiento sin direcciones,


es la oportunidad de vernos partir


desde la sensibilidad violenta


como quien sufre


de mutaciones y no deja recado


como quien ama


la manía compartida de crecer


en una casa vacía.


Recuerda


la melodía de los acantilados


el odio compartido


la mitad de los días


la sala de espera de la que no saldremos mientras exista


la otra orilla


no deben revelarse antes de que el invernadero


de nuestras mujeres nos obligue.



boleto de autobús


Parece fácil mirar adentro,


la incurable manera de llamarnos


necesita un camino


pero los dedos se desaparecen unos a otros


y así, sin mas destino que los cielos descapotables,


volvemos a la simpleza de amar


a quien comprende que las ventanillas


nos muestran la fragilidad del viaje.


Tan fácil


como si se tratara de morder asientos de la última fila


inaugurar con un grito la velocidad retenida


en el final imaginario de los óvalos


o encadenarnos al rebaño de luces


para dilatar las escamas oscuras de la superficie.


Si fuera tan fácil


comprender que la criatura en espera


no es la tibieza conquistada al final de las horas


sino el mismo viaje.


Si sólo fuera tan fácil


despertaría de la inutilidad de recortar su cuerpo


en un boleto de autobús


en medio del tráfico que me atrapa


como un reflejo enumerado.



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