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miércoles, 31 de agosto de 2011

"LA FLOR DE LA GATA" DE EVA VELÁSQUEZ LECCA


La poeta y amiga Eva Velásquez, nacida en Chimbote, radicada en Lima, asidua concurrente a los miércoles literarios del Gremio de Escritores, nos ofrece un puñado de versos, desde su último poemario, que apareciera recientemente. Desde aquel libro ofrecemos 4 poemas para la lectura de ustedes. Al final Soda Stereo y el genial Calamaro se hacen presentes en el poema, la música sin duda es poesía.

Disfrutemos pues de este nuevo poemario de Eva; "La flor de la gata"



10 p.m.

Tiro los dados al aire
esperando una respuesta
caen estrellas y huesos
que caminan en mi piel.


Vallejo en Lima

César Vallejo en la calle Quilca, once de la noche, Bar Queirolo, rodeado de amigos, poetas, curiosos que escuchan extasiados sus experiencias:

«París, Ciudad luz, fuente, vida, inspiración, me abrió los brazos, cuando a mí me lo negaron. Mi amor de ensueño: Georgette Philippart, curó mi alma y mis heridas del recuerdo peruano…»

Domingo de Ramos, le invita una Pilsen. Con sus ojos hechizados y su sonrisa de Rey León, dibuja una alegría, jamás vista en él.

Miguel Ildefonso, evoca versos de “Piedra negra sobre una Piedra Blanca”:

«Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París –y no me corro– tal vez un jueves, como es hoy, de otoño…»

Denis Castañeda, el más romántico y mujeriego del grupo, le recuerda:
« ¿Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí…»

Rodolfo Pacheco, iluso y no finito le susurra:
«Verano, ya me voy y me dan pena las manitas sumisas de tus tardes.
Llegas devotamente; llegas viejo…»

Vallejo emocionado, llora algunas lágrimas brillantes como la luna del norte peruano, los abraza, sale a la calle Quilca, mira el cielo nublado, los bohemios, los punks, el Averno, las chicas malas, los músicos, los políticos y exclama:

«Y desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato, crece a treinta minutos por segundo, paso a paso… Hay, hermanos, muchísimo que hacer…»

Luego una luz llega del cielo, lo envuelve y se lo lleva en silencio, sin testigos, sin más sufrimientos.


FRIDO

Frido quiere mi nuez para su ardilla
hurga entre las huellas de mi intimidad
bálsamo / tisú / desborde / arrebato/ cruel censura
apetito infiel / hechura / bóveda / alba / incienso
callejón
de

balbuceante frenético
en mares de mar iridiscente
olor de alga / caracol / sahumerio / helecho / eucalipto

mentol
de
esquina
frotado en brasas paridas
de felicidad.



¡A Bientot!

Soda Stéreo y Calamaro
llegan a escribir conmigo
rascan mi espalda
cogen
mis
lunares
beben
mi
sangre
muerden mis rodillas
abren mi ser
destrozan mis heridas
gateo
existo ya.


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